Descubre L’Ametlla de Mar

Un rincón auténtico donde el Mediterráneo aún guarda su esencia

Imagínate esto: despiertas, sales al balcón con una taza de café caliente entre las manos, y lo primero que ves es un mar tranquilo, de un azul profundo que parece invitarte a perderte en él.
La brisa huele a sal, a pueblo pesquero, a calma.

Así empieza un día en L’Ametlla de Mar.
Un pequeño paraíso de la Costa Dorada que, a diferencia de otros destinos más masificados, sigue guardando su alma marinera y su ritmo pausado.

Aquí, cada paseo, cada cala, cada calle, tiene algo que contar.

Pueblo pesquero
Pueblo pesquero

Un pueblo que te abraza

Cuando llegas a L’Ametlla de Mar, no te sientes un turista más.
Te sientes como alguien que vuelve, aunque sea la primera vez que pisas sus calles.

El casco antiguo, con sus casas blancas y persianas de colores, te recibe con sonrisas sinceras. Los pescadores siguen remendando redes frente al puerto, y los niños corretean en la plaza al salir del cole.
Todo sucede a otro ritmo. Uno que invita a bajar las revoluciones, a respirar hondo y simplemente… disfrutar.

Y es ahí donde Ca La Cristina se convierte en tu refugio. A solo unos pasos de todo lo que hace que este lugar sea tan especial.

Calas secretas y playas de postal

Uno de los mayores tesoros de L’Ametlla de Mar son sus playas.
Pero no esperes grandes extensiones de arena atestadas de gente.

Aquí, lo que encontrarás son calas escondidas entre acantilados, de aguas cristalinas donde el tiempo parece detenerse.
Algunas son accesibles solo caminando por senderos que huelen a pino y romero. Y cuando llegas, tienes la sensación de haber descubierto algo que pertenece solo a ti.

Cala Sant Jordi, Cala Vidre, Cala de l’Estany Tort… son nombres que recordarás mucho después de volver a casa.
Y lo mejor es que muchas de ellas son perfectas para ir con niños: aguas tranquilas, poco profundas y espacios donde construir castillos de arena durante horas.

Ametlla de mar
I
Camí de Ronda

Paseos junto al mar que se quedan en la memoria

¿Sabías que en L’Ametlla de Mar puedes recorrer kilómetros de costa a pie por el famoso GR-92?
Es un sendero que bordea el litoral, conectando cala tras cala, siempre con el mar como compañero de viaje.

Imagínate caminar al atardecer, mientras el sol tiñe el cielo de tonos naranja y el único sonido es el de las olas rompiendo suavemente contra las rocas.
Con los niños recogiendo conchas.
O cogidos de la mano con tu pareja, disfrutando de esos silencios que solo ocurren cuando todo está en su sitio.

Gastronomía que sabe a mar

En L’Ametlla de Mar, el mar no solo se mira. Se saborea.

Aquí el producto estrella es el atún rojo, que protagoniza platos frescos y sabrosos en la mayoría de restaurantes locales.
Pero también encontrarás paellas cocinadas con mimo, tapas que saben a hogar y postres caseros que te reconcilian con la vida.

Un paseo por el puerto te llevará hasta terrazas donde podrás comer con vistas al mar, mientras los barcos de pesca siguen entrando y saliendo, marcando el pulso del pueblo.

Planes sencillos, recuerdos enormes

L’Ametlla de Mar no necesita grandes parques de atracciones ni centros comerciales para conquistarte.
Aquí, los planes tienen otro ritmo y otro sabor:

  • Comprar fruta fresca en el mercado local y preparar un picnic para la playa.
  • Subir a un barco para ver de cerca cómo se captura el atún rojo en su entorno natural.
  • Alquilar kayaks en familia y descubrir cuevas escondidas entre acantilados.
  • Ir de cala en cala, sin prisa, como quien colecciona momentos sin fecha de caducidad.

Porque son estos pequeños planes —auténticos, sencillos y reales— son los que acaban formando los recuerdos más bonitos.
Si quieres descubrir más experiencias para tu estancia, visita www.visitametllademar.com, el portal oficial con toda la información que necesitas.

Te esperamos en Ca La Cristina

Desde nuestro apartamento en L’Ametlla de Mar, podrás vivir todo esto de la forma más auténtica.
Sin prisas, sin estrés, con toda la comodidad de sentirte como en casa desde el primer minuto.

Descubre L’Ametlla de Mar.
Descubre todo lo que unas vacaciones pueden ser cuando lo esencial es lo único que importa.